Residuos Campaña 2023

Se considera basura marina a cualquier material sólido, persistente, fabricado o procesado que se descargue, evacue o abandone en el medio marino y costero. La basura marina consiste en artículos que han sido fabricados o usados por las personas y que son deliberadamente desechados en los ríos, mares y playas; arrastrados de forma indirecta a través de ríos,  aguas sucias, aguas torrenciales o vientos; escapes, incluido el material perdido en el mar debido al mal tiempo (artes de pesca, carga) o deliberadamente dejado por personas en las playas y las costas.

Así, los océanos se han convertido en gigantescos vertederos de basura marina, incluidos los plásticos y microplásticos, procedente en cantidades masivas de fuentes terrestres. Sin embargo, también pueden proceder de los buques. Se han detectado desechos en las zonas costeras, en aguas lejos de fuentes antropogénicas de contaminación, en aguas superficiales, en la columna de agua de las aguas profundas, en sedimentos de los océanos e incluso hasta atrapada en el hielo marino, desde el Ecuador hasta los dos polos.

Estas basuras generan múltiples efectos en el medio ambiente, la salud, la economía la seguridad y la cultura. Por ejemplo, la basura marina puede causar daños a organismos marinos en caso de ingestión o incluso la muerte a los mamíferos marinos que se quedan atrapados en ella.

Dentro de la encuesta de Centinelas, el apartado “residuos” aporta una gran cantidad de datos al respecto ya que se evalúa la presencia de los diferentes tipos de residuos (dato cualitativo) como la abundancia de otros concretos (dato cuantitativo). Así mismo, también se pregunta por la presencia de microrresiduos y la localización de todos los residuos localizados.

En esta campaña, y como viene siendo habitual a lo largo de los años el número de tramos sin residuos constatados por los voluntarios es extremadamente bajo, habiendo aparecido residuos de algún tipo en el 96% de los tramos (173 tramos). Por tanto, únicamente 7 tramos han sido identificados como “libres” de residuos.

Se han identificado 30 tipos de residuos diferentes en esta campaña, siendo los residuos más comunes los envases de bebidas, localizados en 131 tramos (73% de los tramos), seguido de las bolsas de plástico, encontradas en 120 tramos (67 %). Las colillas de cigarrillos y restos de cuerdas aparecieron en el mismo número de tramos, 96 (53% de los tramos). El resto de residuos han sido localizados en gran medida en muchos tramos también de la costa como los residuos procedentes de actividades pesqueras, envases de plástico duro o restos de poliestireno de distinto tamaño. Estos datos quedan reflejados en la siguiente gráfica dónde se puede observar que la presencia de los diferentes tipos de residuos es muy común en gran parte de la costa de Cantabria. Además, comparando con la campaña del año anterior, la tipología de los residuos más comunes es bastante similar a la de esta campaña por lo que se mantiene la tendencia de la presencia de envases y bolsas de plástico en la gran mayoría de los tramos donde se han identificado residuos.

Al igual que en la campaña de 2022 , también preguntamos por la abundancia de ciertos residuos, es decir, si se encuentran y en qué número dentro de los 500 metros del tramo inspeccionado por los voluntarios. Los residuos incluidos en este listado vienen marcados por la coordinación europea del programa Coastwatch.

Esta campaña se han identificado como los residuos más abundantes los tapones y las botellas de plástico, con las toallitas higienicas en tercer lugar. En la camapaña anterior las toallitas ocuparon el primer puesto en cuanto abundancia. Esperemos que dentro de la mala noticia que es la presencia masiva de residuos y microresiduos en nuestras costas, la tendencia observada de disminución de toallitas se mantenga en los años próximos.
Cabe destacar también la disminución de las mascarillas higiénicas dado la disminución de su uso, lo que indica que hay una clara relación entre el consumo de productos y su posterior aparición como residuo sólido urbano en nuestras costas.


En el 2022 se aprobó La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular que tiene por finalidad la prevención y la reducción de la generación de residuos y de los impactos adversos de su generación y gestión, la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de la eficiencia de dicho uso con el objeto de, en última instancia, proteger el medioambiente y la salud humana y efectuar la transición a una economía circular para garantizar el funcionamiento eficiente del mercado interior y la competitividad de España a largo plazo. Uno de los principales objetivos es retirar del mercado los productos de plástico de usar y tirar para los que ya existen alternativas. En concreto, los productos cuya venta queda prohibida en España y en el conjunto de la Unión Europea son:

  • Cubiertos de plástico de un solo uso (cucharas, tenedores, cuchillos y palillos).
  • Platos de plástico de un solo uso.
  • Pajitas.
  • Bastoncillos de algodón para los oídos fabricados en plástico.
  • Palitos de plástico para sostener globos.
  • Plásticos oxodegradables y contenedores alimenticios y tazas de poli estireno.

Es cuestión de tiempo que estos residuos desaparezcan poco a poco de la lista de residuos encontrados en nuestras costas. Además, a partir del 3 de julio de 2024, solo se podrán introducir en el mercado los productos de plástico de un solo uso cuyas tapas y tapones permanezcan unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto.

A partir de 1 de enero de 2025, solo podrán introducirse en el mercado las botellas PET que contengan al menos un 25% de plástico reciclado. Y, a partir de 1 de enero de 2030, solo podrán introducirse en el mercado las botellas contengan al menos un 30% de plástico reciclado.

Por quinto año consecutivo se han clasificado los diferentes tipos de microrresiduos encontrados, habiendo sido localizados en 107 tramos inspeccionados (60%) y como en años anteriores la presentación mayoritaria ha sido en forma de poliestireno y en fibras y láminas plásticas, principalmente como se puede observar en la siguiente tabla.

También aparecieron restos de vidrio en 40 tramos de la costa (22%). 

Los pellets, pequeñas bolitas de plástico, llevan años llegando a las costas de Cantabria como bien reflejan las diferentes campañas realizadas por los voluntarios de Centinelas desde el inicio del proyecto, así como lo observado en las múltiples limpiezas de playas realizadas año tras año. Por su tamaño, los pellets pueden ser confundidos con alimento y causar la obstrucción del sistema digestivo de los animales marinos e incluso su muerte. Según su composición, su plástico puede ser tóxico o adquirir la toxicidad a través de sus aditivos. Además, estas bolitas actúan como esponjas acumulando otros contaminantes disueltos en el agua que el pescado ingiere al comerse el plástico. En 29 tramos de la costa (16%) de Cantabria se han localizado acumulaciones de pellets de plástico, especialmente en las playas más occidentales.

Figura. Localización de los diferentes puntos dónde los voluntarios han localizado acumulaciones de pellets en la costa de Cantabria. Se puede apreciar que la mayor concentración se ha producido en la zona occidental, en el entorno de la ría de san Vicente de la Barquera y de la ría de Suances.

Además, se han localizado 16 vertederos ilegales en el medio costero, 7 menos que en la campaña anterior. Éstos pueden ser denunciados al ayuntamiento competente y si vemos a alguien haciendo uso del mismo, también podemos alertar a la policía y dar aviso al 112.
Desde Centinelas Cantabria se ha hecho un gran esfuerzo en poner el foco en este tipo de vertidos incontrolados y se han denunciado constantemente, incluso en medios de comunicación por lo que esperamos que todo este esfuerzo dedicado en reuniones con diferentes entes implicados, limpiezas y demás acciones reivindicativas continúe dando resultado y cada año la presencia de estos vertederos sea menor.