Flora invasora Campaña 2023
Año tras año, dentro de la campaña de inspección de los voluntarios Centinelas este es uno de los apartados en los que damos mayor importancia y relevancia junto con los residuos y los efluentes, ya que son aspectos que permiten monitorear anualmente el estado de nuestra costa. Además, es un área que nos permite realizar diferentes actuaciones en múltiples ámbitos, ya sea a nivel educativo, de denuncia ante las autoridades pertinentes o mediante la acción directa a través de actividades de voluntariado para retirar alguna especie invasora, especialmente aquellas que se pueden eliminar de manera más sencilla, manual y continuada como por ejemplo la Onagra (Oenothera sp.) o la Uña de gato (Carpobrotus edulis).
En un mundo globalizado como en el que vivimos, con mejoras en las redes de transporte y la eliminación de fronteras, la distribución de las especies se está viendo alterada, facilitando la introducción y asentamiento de especies alóctonas, potencialmente invasoras en territorios ajenos a su distribución natural.
Así, las especies Invasoras son especies que, introducidas por la acción humana fuera de su área de distribución natural, consiguen establecerse en un ecosistema natural o seminatural y dispersarse, poniendo en peligro la biodiversidad local a través de cambios importantes en la composición, estructura y funcionamiento de los ecosistemas nativos, a los que llegan a desplazar y/o sustituir.
Al igual que ocurre en el resto de la península ibérica, las áreas costeras de Cantabria ofrecen una capacidad de acogida de especies exóticas invasoras claramente superior a la que presentan las zonas continentales alejadas del mar. Esto es debido a varios motivos.
Por un lado, la mayor densidad de población en zonas del litoral y el deterioro del medio natural que conlleva el alto grado de urbanización además de los flujos del transporte que acarrea esa elevada densidad poblacional y las benévolas condiciones climatológicas del litoral, son factores que han propiciado esta distribución litoral de la gran mayoría de las plantas invasoras.
Al amparo de estas circunstancias y como consecuencia del movimiento que posibilitaron hace siglos las grandes conexiones intercontinentales, las áreas portuarias de Santander se han convertido desde los inicios de su actividad en uno de los principales puntos de entrada involuntaria de especies foráneas en la región. De hecho, especies como la Chilca (Baccharis halimifolia) o el Plumero (Cortaderia selloana) se han convertido en invasoras de ambientes marismeños ruderalizados a partir de las zonas de estuarios cercanas a las instalaciones portuarias. Igualmente, las playas y ecosistemas dunares próximos a dichas instalaciones, se han visto afectados por más de una treintena de especies exóticas diferentes.
En el resto de los casos, es muy posible que la introducción haya sido voluntaria o con fines ornamentales o de cultivo, de forma que el clima templado y húmedo de la costa litoral cántabra no ha hecho más que facilitar la aclimatación y la resistencia de dichas especies exóticas e incluso las han situado en puestos de ventaja frente a la competencia demostrada por las especies nativas.
El control de las especies invasoras, supone un importante coste económico para las administraciones públicas, para los empresarios y para la población en general, debido a que son capaces de ocupar un área e inutilizarla para el uso al que estaban destinadas, ya fuera agrario, residencial o natural.
Durante la campaña 2023 se han registrado 117 tramos con presencia de alguna especie de planta exótica invasora, lo que supone un 65% del total de tramos.
Al igual que en la campaña anterior de 2022, el Plumero (Cortaderia selloana) es la especie más observada ya que se ha constado su presencia en 81 tramos (45%) seguido de la Uña de gato (Carpobrotus edulis) con presencia en 43 tramos (24%). El Azahar chino (Pittosporum tobira) y la Grama americana (Stenotaphrum secundatum) se han localizado en 35 tramos (19%). En menor medida también se han localizado tramos con presencia de Onagra (Oenothera sp.), Caléndula sudafricana (Arctotheca caléndula) y Amor de hombre (Tradescantia fluminensis).
Cabe destacar la resiliencia y la gran capacidad invasora del plumero, especie que lleva años siendo combatida desde las diferentes instituciones de Cantabria con programas específicos de eliminación y control poblacional como el proyecto LIFE Stop Cortaderia, lo que indica la gravedad del problema al que nos enfrentamos.
Merece una mención aparte el aumento de los registros de Chilca (Baccharis latifolia) en la categoría de “Otras especies”, que a su vez también se manifestó en la campaña anterior sugiriendo una desagradable tendencia por lo que es posible que para las próximas campañas se tenga que introducir dicha especie entre las que tengan apartado específico para así hacer un mejor seguimiento ya que es una especie que desplaza a especies endógenas, especialmente en zonas de estuarios sobre todo en la cola de los estuarios acelerando los procesos de colmatación de las marismas. Además, su polen es altamente alergénico y sus hojas son venenosas para el ganado.