¿Tortuga boba en nuestra costa?

Sois muchos los que nos habéis escrito preguntándonos sobre la llegada de tortugas en nuestra costa, incluso alguna Centinela ha tenido el privilegio de ser testigo de un encuentro fortuito.

Y efectivamente, durante el pasado verano ha habido episodios de avistamientos y varamientos de tortugas en todo el cantábrico (Asturias, Cantabria y País Vasco), en concreto especie tortuga boba (Caretta caretta) subadultos.

Sabemos que es un tema que os interesa y por eso hemos querido ampliaros de primera mano esta información.

Os dejamos a continuación una entrevista que hemos realizado a Diego de Vallejo, responsable de Comunicación de la Red de Varamientos de Cantabria (REVARCA):

Ya conocíamos la gran labor que REVARCA ejerce dentro de la protección y el conocimiento de la vida marina en nuestras costas. Aun así, ha sido una novedad la llegada esta primavera y verano de un inusual número de tortugas marinas a las costas del Norte de España. ¿Cuál ha sido el proceso de adaptación a estas circunstancias por parte de REVARCA y como se ha procedido ante estos varamientos tan sorprendentes?

El equipo de REVARCA hemos estado trabajando para adaptar espacios e instalaciones para las necesidades tan especiales que tienen las tortugas marinas en su recuperación, con el objetivo además de poder atender a varios de estos reptiles marinos de manera simultánea.

El primer ejemplar de tortuga boba que ingresó viva en el Centro de Recuperación, fue rescatada gracias a una llamada a tiempo al 112 realizada por el marinero Lorenzo Portillo, de Castro Urdiales, quien la descubrió en el muelle viejo del puerto. El vecino castreño, notó que la tortuga nadaba en círculos y se chocaba de forma anormal contra los barcos. Los agentes del medio natural pudieron personarse rápidamente en la zona e intervenir. Gracias a la estrecha colaboración que mantiene REVARCA con el Oceanogràfic de Valencia, este ejemplar se pudo estabilizar en Cantabria y posteriormente trasladar al Oceanogràfic para continuar con su recuperación. El Oceanogràfic cuenta con una dilatada experiencia en la recuperación de tortugas marinas y con unas instalaciones óptimas para su mantenimiento donde parte de nuestro personal veterinario de REVARCA ha podido formarse. Esto nos permitió ganar algo de tiempo y adaptar nuestras instalaciones a una posible llegada de más tortugas,  como finalmente ocurrió, con más contenedores preparados con agua marina, potentes filtros y calentadores de agua. 

¿Qué aspectos hacen tan especial a estos animales y qué condicionantes tienen a la hora de poder recuperarse correctamente en los centros de recuperación de fauna silvestre como en el que existe en Villaescusa (Cantabria)?

Una vez ingresan en el Centro de Recuperación, las tortugas son evaluadas por los veterinarios y se inicia su tratamiento, siempre con una estabilización. La estabilización de las tortugas marinas con “golpe de frío” pasa por un incremento muy paulatino de su temperatura durante las primeras 24-48 horas, tiempo durante el cual las tortugas permanecen en seco, sobre una superficie mullida, y con una humedad controlada. La estabilización incluye también una rehidratación intravenosa. Durante esta fase se les realizan pruebas diagnósticas: radiografías, ecografías y analíticas sanguíneas que permiten valorar la presencia de cuerpos extraños, de infecciones o de una embolia gaseosa, y que van a servir asimismo para valorar la evolución y respuesta al tratamiento de estos ejemplares. De manera igualmente paulatina, se permite que las tortugas vuelvan a la natación y a alimentarse por ellas mismas.

Hemos podido ver a través de los diferentes medios de comunicación de los que dispone REVARCA que se han realizado actuaciones de marcaje satelital en algunos ejemplares una vez recuperados y antes de su liberación. ¿Podrías explicarnos la importancia de estos marcajes para la protección de estos animales tan amenazados?

Marcar con GPS a las tortugas marinas recuperadas tiene varios propósitos importantes tanto para la conservación de las especies marinas como para la investigación científica. El seguimiento por GPS nos permitirá conocer las rutas migratorias de las tortugas marinas, por ejemplo, así como sus áreas de alimentación y zonas de reproducción. Esto es crucial para entender mejor sus hábitos de vida y proteger hábitats clave en su ciclo de vida.

Después de ser rescatadas y rehabilitadas, el seguimiento mediante GPS permite también evaluar si las tortugas se reintegran exitosamente a su entorno natural y sobreviven a largo plazo. Es un indicador de la eficacia de nuestro programa de rehabilitación. Con los datos del GPS, los científicos del MITECO marcarán las áreas de importancia crítica para la conservación, como zonas de anidación o alimentación, y así se podrá promover la creación, por ejemplo, de reservas marinas o implementar medidas de protección.

El monitoreo continuo nos permite además analizar patrones de comportamiento, como el uso del hábitat, el tiempo que pasan en la superficie o en las profundidades del mar, y cómo reaccionan ante cambios ambientales. Conocer las áreas que frecuentan las tortugas, nos ayudará en el futuro a reducir los riesgos de colisiones con embarcaciones, enmallamientos en redes de pesca, o la exposición a contaminantes, aplicando medidas en áreas de alto tráfico o riesgo.

Por último y ante la posibilidad de que estos varamientos de tortugas se sigan produciendo ¿qué actuaciones son recomendables a la hora de proceder si cualquier persona se encuentra con una tortuga marina varada que muy posible esté herida o en malas condiciones físicas?

Tanto si el animal está vivo como muerto, se debe llamar al 112 para que se active la Red de Varamientos de Cantabria. Si se trata de una tortuga viva, siempre es preferible que la evalúe un técnico antes de tratar de devolverla al mar. Es altamente probable que la tortuga necesite ayuda profesional. A continuación, os describiré unos consejos sencillos de cómo manejarla y mantenerla hasta que lleguen los Agentes del Medio Natural o los técnicos de REVARCA:

1. Siempre que sea posible utilizaremos guantes y mascarilla para manipular a la tortuga.

2. La tortuga deberá estar colocada en una posición natural, nunca boca-arriba.

3. Para manipularla con seguridad podremos sujetarla por el caparazón.

4. Pondremos a la tortuga en una caja de cartón o similar, en una superficie blanda, y sin agua. Colocaremos esta caja en un lugar ventilado y atemperado, idealmente sin ruido y a oscuras (la tranquilidad ayudará a su estabilización).

5. Intentaremos hablar con un técnico de REVARCA para que nos pueda dar más indicaciones a seguir hasta su llegada o el transporte del ejemplar al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre.