Efluentes

Llamamos efluente al aporte de agua dulce de tierra a mar. El origen de esta agua puede ser muy diverso, tanto de origen natural como no, y lo que nos interesa resaltar a la hora de recoger los datos sobre los efluentes es si esta aportación de agua dulce viene contaminada o no. Para ello el voluntario hace una serie de análisis. Por un lado se analiza y caracteriza de forma sensorial el efluente, su origen, tamaño, apariencia. Estos datos nos pueden dar una primera idea sobre el origen y el estado del agua. Una vez concluida esta analítica se procede a hacer una segunda que responde a parámetros físico químicos, temperatura, pH y Nitratos. Para esta, los voluntarios disponen en su kit de un termómetro y de tiras reactivas.

En los datos recogidos por los voluntarios en la campaña 2017 se han identificado un total de 119 efluentes, dato que supera con creces los años anteriores. De estos efluentes, su mayoría corresponden a filtraciones y manantiales alcanzando el 40% de la totalidad. Para este caso el origen estaría relacionado con los usos del suelo de la zona colindante.

Los voluntarios continúan con el análisis visual determinando que en un 27% existe señales de vida animal lo que en principio es una buena señal ya que para que esto se dé se necesitan condiciones de agua oxigenda, pero sería necesario un segundo análisis del carácter bioindicador de los animales presentes. En un 10% se han observado señales de vida vegetal. Este dato requiere de observación ya que es posible que el exceso de vegetación pueda ser síntoma de un exceso de nutrientes en el agua que podría llamar la atención de la posible afección por detergentes u otro tipo de contaminante. Además, la acumulación de estos residuos orgánicos pueden dar lugar a la eutrofización de las aguas.

En 22 efluentes, lo que representa el 18%, los voluntarios detectaron un mal olor, y en este mismo número observaron mal color y/o espumas, y en 3 de los efluentes encontraron animales muertos. Estos datos nos muestran posibles síntomas de contaminación del agua. Otros datos observables que también nos pueden orientar sobre la contaminación del agua es la aparición de restos de aceites y en 8 de los efluentes los voluntarios lo han detectado. En la mitad de los casos se trata de tuberías pequeñas en zonas de polígono industrial y en 1 de los casos una tubería en el camino de acceso a una zona con figura de protección de Parque Natural.

Además de estas preguntas sobre el estado del agua, también es interesante saber como se encuentra el litoral cercano al efluente y para ello los voluntarios determinan si hay basura y residuos a su alrededor o si hay un posible vertido de aguas fecales. Siendo afirmativa la respuesta en un 24% y un 3% respectivamente.

Pasamos al análisis analítico de los efluentes, en el que se toman datos sobre la carga de nitratos en el agua, su temperatura y su pH. Los datos que se estiman entran dentro de la normalidad en nuestro litoral están entre 0-10 mg/l de nitratos, 10º-15º de temperatura y sobre 7 de pH teniendo en cuenta los suelos calcáreos del litoral cantábrico.
A continuación se detallan aquellos resultados obtenidos por nuestros voluntarios en los cuales los datos quedan fuera del rango expuesto.

Los efluentes que presentan valores comprendidos entre 10-50 mg/l fueron 22, mientras por encima de 50 mg/l se encontraron 11. En el primero de los casos son aguas moderadamente afectadas por una contaminación orgánica que en principio no causa efectos ambientales o sanitarios relevantes pero para aquellos con valores superiores a 50 mg/l sí se puede desencadenar problemas ambientales tales como la pérdida de oxigeno del agua. Dos de estos casos se encuentran en la zona occidental, La playa de los Caballos y el puerto de Comillas. En el primer caso el origen de esta contaminación podría ser el excesivo abonado que se hace en las praderas que quedan por encima de los acantilados y que son un foco de materia orgánica que por diferentes medios, filtración, escorrentía, llega a los aportes de agua y los contamina, ya que se trata de un efluente de filtraciones. El pH obtenido para este caso también nos muestra cierta acidez fuera de lo normal. En el segundo caso, estando el efluente en pleno puerto, el origen podría ser muy diversos pero asociado al uso del suelo portuario. Dentro de la zona central del litoral encontramos otros 4 efluentes destacados situados 3 de ellos en la capital cercanos a usos hosteleros, posible foco, y en uno de ellos el pH también es excesivamente bajo. El cuarto se encuentra en Cerrias donde no es la primera vez que datos como estos salen a la luz.

Respecto a la temperatura, encontramos 4 efluentes que merecen nuestra atención. Uno de ellos, que corresponde a una tubería, se encuentra en la playa de la Concha de Suances y además de recoger una temperatura elevada, el voluntario determinó mal olor, color, espumas y animales muertos alrededor. Encontramos otras dos tuberías en el Polígono de Raos y la última en las ría de Astillero, donde el voluntario lo ha catalogado como vertido de aguas residuales.