Efluentes

Llamamos efluente al aporte de agua dulce de tierra a mar. El origen de esta agua puede ser muy diverso, tanto de origen natural como no, y lo que nos interesa resaltar a la hora de recoger los datos sobre los efluentes es si esta aportación de agua dulce viene contaminada o no. Para ello el voluntario hace una serie de análisis. Por un lado se analiza y caracteriza de forma sensorial el efluente, su origen, tamaño, apariencia. Estos datos nos pueden dar una primera idea sobre el origen y el estado del agua. Una vez concluida esta analítica se procede a hacer una segunda que responde a parámetros físico químicos, temperatura, pH y Nitratos. Para esta, los voluntarios disponen en su kit de un termómetro y de tiras reactivas.

En los datos recogidos por los voluntarios en la campaña 2016 se han identificado un total de 58 efluentes siendo la mayoría filtraciones y arroyos, alcanzando un 70% de la totalidad. Para este caso el origen estaría relacionado con los usos del suelo de la zona colindante.

Los voluntarios continúan con el análisis visual determinando que en un 26% existe señales de vida animal lo que en principio es una buena señal ya que para que esto se dé se necesitan condiciones de agua oxigenda, pero sería necesario un segundo análisis del carácter bioindicador de los animales presentes. En un 46% se han observado señales de vida vegetal. Este dato requiere de observación ya que es posible que el exceso de vegetación pueda ser síntoma de un exceso de nutrientes en el agua que podría llamar la atención de la posible afección por detergentes u otro tipo de contaminante.

En 10 efluentes, lo que representa el 17%, los voluntarios detectaron un mal olor, en 15 observaron mal color y/o espumas, y en 2 de los efluentes encontraron animales muertos. Estos datos nos muestran posibles síntomas de contaminación del agua.

Además de estas preguntas sobre el estado del agua, también es interesante saber como se encuentra el litoral cercano al efluente y para ello los voluntarios determinan si hay basura y residuos a su alrededor o si hay un posible vertido de aguas fecales. Siendo afirmativa la respuesta en un 34,5% y un 8,5% respectivamente.

Pasamos al análisis analítico de los efluentes, en el que se toman datos sobre la carga de nitratos en el agua, su temperatura y su pH. Los datos que se estiman entran dentro de la normalidad en nuestro litoral están entre 0-10 mg/l de nitratos, 10º-15º de temperatura y sobre 7 de pH teniendo en cuenta los suelos calcáreos del litoral cantábrico.

A continuación se detallan aquellos resultados obtenidos por nuestros voluntarios en los cuales los datos quedan fuera del rango expuesto.

Los efluentes que presentan valores comprendidos entre 10-50 mg/l fueron 12, mientras por encima de 50 mg/l solo se encontraron 2. En el primero de los casos son aguas moderadamente afectadas por una contaminación orgánica que en principio no causa efectos ambientales o sanitarios relevantes pero para aquellos con valores superiores a 50 mg/l sí se puede desencadenar problemas ambientales tales como la pérdida de oxigeno del agua. El caso más relevante a destacar es un tramo en el bloque 52 que se corresponde con los acantilados de Langre y que ya en otras ocasiones ha dado valores altos en nitratos. El origen más probable de esta contaminación es el excesivo abonado que se hace en las praderas que quedan por encima de los acantilados y que son un foco de materia orgánica que por diferentes medios, filtración, escorrentía, llega a los aportes de agua y los contamina.

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En lo que se refiere a la temperatura, hay numerosos casos en los que esta supera los 15º y oscila hasta los 17º. Habría que tener en cuenta otros datos como la exposición solar para determinar la peligrosidad ambiental. Pero para hacer un análisis más completo, vamos a destacar aquellos efluentes en los que la temperatura supera los rangos normales y existe otro dato digno de resaltar. Este es el caso por ejemplo de el efluente del bloque 43 en la ría Solía cuya temperatura es ligeramente superior y además los nitratos y pH también lo son. En este caso podríamos concluir que el efluente está afectado por algún tipo de aporte industrial. U otro en el bloque 36 que además de encontrarse a una temperatura de 18º, su pH es excesivamente ácido y esto puede ser por un vertido industrial directo pero al encontrarse en un lugar donde la industria más cercana está a varios kilómetros de distancia quizá el pH obtenido se deba a algún tipo de error.

Por último encontramos otro tramo que nos llama la atención que se corresponde al bloque 76 en el regatón de Laredo. En este caso el pH es excesivamente bajo además el voluntario determina que el aporte tiene color y/o espuma y se encuentran en él animales muertos y basuras. En este caso podemos determinar claramente que efluente se encuentra contaminado y muy probablemente por una afección industrial.